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Manual del Perfecto Gay - Fanfiction Harry Potter
Perlita loves Quino's work
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PerlaNegra - Harry Potter Slash Fanfiction

Magic Works

Capítulo 1

Hedwig

 

Tom Felton estaba reacomodándose el ridículo sombrero de mago que les habían colocado a todos sobre la cabeza para la escena del banquete, cuando Daniel Radcliffe se acercó hasta él y le habló.

 

—Hedwig se murió, ¿sabías?

 

—¿Que se murió, quién? —le preguntó Tom frunciendo el cejo.

 

Era la primera vez que el cretino le hablaba fuera del rodaje. O sea, que se dignara dirigirle otras palabras que no fueran las del libreto. Aunque siendo justo, Tom tenía que reconocer que hasta ese momento no habían rodado juntos más que una sola escena: aquella donde Harry se niega a darle la mano a Draco.

 

En pocas palabras, ellos dos apenas sí se conocían y durante un momento Tom se admiró de la soltura que tenía el niño y la facilidad que demostraba para entablar amistades con el que se le pusiera enfrente. Ya había escuchado hablar de lo maravilloso y agradable que era y que todo el mundo estaba encantado con él. No debía ser para tanto, había pensado.

 

Pero en ese momento le sorprendió que Daniel hubiera ido expresamente hasta ahí para charlar con él, pues después de todo el lugar que ocupaba Tom en esa enorme mesa de madera estaba alejadísimo del sitio que le habían asignado al otro.

 

—Hedwig —repitió el niño—. No me digas que no lo sabías —le dijo hablando con rapidez y con cara de saber todo lo que acontecía en el plató—. Sucedió en el llamado que nos hicieron para las fotografías de publicidad, justo estábamos modelando Emma, Rupert y yo con el director y el productor cuando nos fueron a avisar que…

 

—¡Espera, espera! —lo silenció Tom levantando una mano. Para empezar, odiaba que le recordaran esa sesión de fotos. La había odiado, la seguía odiando y no sentía ningún placer en rememorarla—. Daniel…

 

—Soy Dan —lo interrumpió Daniel sin dejar de retorcerse en su lugar. Debía ser hiperactivo o algo así, pensó Tom.

 

Se obligó a armarse de paciencia.

 

—Lo que sea. Pero me gustaría que tomaras en cuenta que no puedo saber lo qué ocurrió en esa sesión de fotos porque yo no estuve ahí.

 

La última frase la había soltado sin pensar y en un tono más amargo del que había deseado. Mucho más amargo. Miró a Daniel esperando que no se hubiera dado cuenta.

 

Daniel sonrió y sus mejillas sonrosadas se elevaron. Tom arqueó las cejas, disgustado ante semejante cara infantil y reprimiendo unas totalmente absurdas y estúpidas ganas de pellizcárselas.

 

—¡Ahh, sí es cierto! —dijo Daniel, subiéndose por el puente de la nariz las ridículas gafas redondas y sin cristal que traía puestas. A veces Tom se preguntaba cómo se habría visto él con el cabello teñido de negro y con esas gafas en su cara; entonces se alegraba un poco por no haber obtenido ese papel—. Ya recuerdo que a ti te tocó ir después, ¿verdad? Con esos dos chicos que hacen de Crabbe y Goyle —Daniel hizo una pausa y miró por encima del hombro de Tom hacia donde Jamie y Joshua estaban sentados, charlando animadamente con otros extras.

 

Claro, esa era otra ventaja de interpretar el rol principal, ¿no? Que mientras Daniel y los otros dos protagonistas se codeaban con Columbus y David, Tom tenía que conformarse con fotografiarse sólo con Jamie y Joshua. Nada de con los grandes. Nada de presenciar muertes o lo que hubiera ocurrido con ese tal Hedloquesea que Daniel mencionaba.

 

—¿Quién dices que se murió?

 

—Hedwig —respondió Daniel, mirándolo extrañado. Tom lo miró inexpresivamente. ¿Daniel estaría asumiendo que él debería saber quién era ése Hedwig?— Pero la producción ya se encargó de encontrar una sustituta.

 

Ah, así que era una ella. Bueno, pero saber que era una chica, niña o anciana no le decía mucho más que antes a Tom.

 

Daniel continuó charlando animadamente, sin hacer el mínimo caso de la cara de perplejidad que Tom tenía.

 

—Es que la pobre, le estaban tomando fotos justo en una habitación contigua a la de nosotros, ya sabes, para la publi y todo eso. Y supongo que un ave como ella no estaría acostumbrada a tanta luz porque se asustó y salió disparada por la ventana. ¿Y qué crees que le pasó? —Tom abrió la boca pero Daniel siguió hablando sin esperar respuesta—. Se atravesó justamente al paso de un camión y la mató. Yo pienso que iba toda deslumbrada y no lo vio y por eso...

 

—Daniel, no sé quién es Hedwig, ¿serías tan amable de…?

 

—Soy Dan —lo volvió a interrumpir el niñito con tono condescendiente, como si fuera un adulto hablándole a un bebé. Tom sabía que Daniel era dos años menor que él y le sorprendió gratamente la seguridad que demostraba—. ¡No puedo creer que no sepas quién es Hedwig!

 

Tom optó por soltar una risita nerviosa.

 

—¡Pues, aunque no lo creas, no lo sé! ¿Por qué habría de saberlo?

 

Daniel se quedó en silencio durante algunos segundos. Le dio a Tom una larga mirada acusadora mientras su sombrero negro y picudo se le ladeaba un poco

 

—Tom… eres Draco y, ¿no has leído el libro?

 

Tom sintió que enrojecía un poco. No, no había leído el maldito libro. Y no lo pensaba leer por más lata que le dieran al respecto, y aunque la gente no dejara de mirarlo extrañada por estar actuando en la película de Harry Potter sin saber siquiera de qué iba la historia. Ese libro era para niños y Tom ya no era uno. Después de todo, acababa de cumplir los trece años un par de meses atrás.

 

—No —le respondió a Daniel con un poco de mal humor—. Y sigo sin saber quién es esa Hedwig que se murió atropellada por un camión.

 

—Es la lechuza de Harry —contestó Daniel rascándose la cabeza por encima del sombrero—. Ya sabes, ¿no? La blanca que Hagrid le obsequia en su cumpleaños.

 

Ah, ésa.

 

—Por ahí hubieras empezado, no tenía idea de qué estabas hablando —dijo Tom y se rió un poco al imaginar la escena que debió de haber tenido lugar—. ¿Así que un camión la hizo paté?

 

Daniel lo miró indignado y se atrevió a darle un amistoso puñetazo en el hombro.

 

—¡No seas así! Mira que era tan linda y la dejaron… —Hizo cara de asco. —Exactamente como dices, hecha paté.

 

Daniel pareció analizar aquello durante un momento. Entonces, él y Tom se miraron a los ojos y arquearon las cejas. Y como si se hubieran puesto de acuerdo, los dos estallaron en carcajadas al mismo tiempo.

 

Justo en ese instante el descanso terminó y Columbus los llamó a todos para que volvieran a sus respectivas mesas. Era hora de filmar la supuesta llegada del banquete a los platos.

 

Daniel se despidió de Tom con un ademán y, todavía riéndose, regresó a su lugar junto a Emma y Rupert, al otro lado de la mesa de los de Slytherin.

 

Antes de sentarse, Daniel se volvió hacia Tom y le gritó por encima del ruido:

 

—¡Y llámame Dan! ¿Eh? ¡Más te vale que lo recuerdes o yo empezaré a decirte Thomas a ti!

 

Tom hizo gestos.

 

—Anda, pues. Dan, si eso te hace feliz.

 

Dan sonrió ampliamente, con esa sonrisa tan mona que el cretino tenía. Una que mostraba toda su imperfecta pero blanca dentadura y que parecía iluminar su cara por completo. Una sonrisa que parecía destellar magia.

 

Tom reprimió un escalofrío mientras bajaba la cabeza y fijaba los ojos en el plato dorado que tenía frente a él.

 

Tal vez era esa sonrisa y esa manera de ser lo que habían logrado conquistar al productor primero y al director después. Tal vez era por eso que le habían dado el papel de Harry a Dan y no a los otros miles de niños que habían audicionado para él, incluyendo a Tom.

 

Porque a pesar de que Tom tenía más experiencia interpretando y se consideraba a él mismo muchísimo mejor actor que Dan, aún así había perdido ante él. Demonios, ni siquiera había obtenido el papel de Ron, su mejor amigo.

 

Lo habían delegado hasta ser Draco. Y aunque al principio sí se había sentido molesto y celoso, en ese momento llegó a la conclusión de que tal vez era lo justo.

 

Ahora entendía porque todos en el plató parecían estar enamorados de Dan. Suspirando resignado, Tom se preguntó si lo que acababa de pasar lo volvía un miembro de tan concurrido club.

Notas finales:

 

La muerte de "una" Hedwig en una sesión de fotos es cierta. También lo es el hecho de que Tom no hubiera leído los libros hasta mucho después de la primera peli y que originalmente se haya presentado a las audiciones para el papel de Harry y luego para el de Ron. Como ven, la realidad es combustible para la ficción ^__^


 

 

 

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